Rayuela. Julio Cortázar
El texto está sacado del libro La poesía del Jazz, editado por Litoral, Revista de la Poesía el Arte y el Pensamiento, publicado en 2000, nº 227-228. Libro precioso, con un diseño gráfico impecable. Lo tengo como una joya, porque además fue un regalo.
Los temas musicales están sacados del disco titulado Jazzuela. Julio Cortázar y el jazz publicado en 2001. Una buena edición musical de los discos mencionados en Rayuela, acompañado de un cuadernillo con los textos más significativos del libro.
El jazz y Cortázar han estado siempre muy unidos. En Rayuela es el atrezzo, el centro del relato, el ambiente que caldea y da el carácter a la novela. Aquí tenéis tres artículos que profundizan sobre la pasión jazzística de Cortázar: Jazz en Rayuela (I), Jazz en Rayuela (II), Cortázar y el jazz
Y ahora el texto (poned música desde el princpio):
Las nubes aplastadas y rojas sobre el barrio latino de noche, el aire húmedo con todavía algunas gotas de agua que un viento desganado tiraba contra la ventana malamente iluminada, los vidrios sucios, uno de ellos roto y arreglado con un esparadrapo rosa. Más arriba, debajo de las canaletas de plomo, metidas en sí mismas, ejemplarmente antigárgolas. Protegido por la ventana el paralelepípedo musgoso oliente a vodka y a velas de cera, a ropa mojada y a restos de guiso, vago taller de Babs ceramista y de Ronald músico, sede del club, sillas de caña, reposeras desteñidas, pedazos de lápices y alambres por el suelo, lechuza embalsamada con la mitad de la cabeza podrida, un tema vulgar, mal tocado, un disco viejo con un áspero fondo de púa, un raspar crujir crepitar incesantes, un saxo lamentable que en alguna noche del 28 o 29 había tocado como con miedo de perderse, sostenido por una percusión de colegio de señoritas, un piano cualquiera. Pero después venía una guitarra incisiva que parecía enunciar el paso a otra cosa, y de pronto (Ronald los había prevenido alzando el dedo) una corneta se desgajó del resto y dejó caer las dos primeras notas del tema, apoyándose en ellas como en un trampolín. Bix dio el salto en pleno corazón, el claro dibujo se inscribió en el silencio con un lujo de zarpazo. Dos muertos se batían fraternalmente, ovillándose y desentendiéndose, Bix y Eddie Lang (que se llamaba Salvatore Massaro) jugaban con la pelota I'm coming Virginia, y dónde estaría enterrado Bix, pensó Oliveira, y dónde Eddie Lang, a cuántas millas una de otra sus dos nadas que en una noche futura de París se batían guitarra contra corneta, gin contra mala suerte, el jazz.
- Se está bien aquí. Hace calor, está oscuro.
- Bix, qué loco formidable. Poné Jazz me blues, viejo.- La influencia de la técnica en el arte -dijo Ronald metiendo las manos en una pila de discos, mirando vagamente las etiquetas-. Estos tipos de antes del long play tenían menos de tres minutos para tocar. Ahora te viene un pajarraco como Stan Getz y se te planta veinticinco minutos delante del micrófono, puede soltarse a gusto, dar lo mejor que tiene. El pobre Bix se tenía que arreglar con un coro y gracias, apenas entraban en calor zás, se acabó. Lo que habrán rabiado cuando grababan discos.Es un texto con el jazz como protagonista, en el disco y en el libro aparecen Bix (Bix Beiderbecke) y Eddie Lang, corneta y guitarra respectivamente. Leed el texto con la melodía de I'm coming Virginia desde el principio, después cambiad y escucháis Jazz me blues con ellos.
- No tanto -dijo Perico-. Era como hacer sonetos en vez de odas, y eso que yo de esas pajolerías no entiendo nada. Vengo porque estoy cansado de leer en mi cuarto un estudio de Julian Marías que no termina nunca.
I'm coming Virginia
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Jazz me blues
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7 Commentarios:
¡Menudo post que te has trabajado!. Gracias, Isidro.
15/1/06 22:16
Hola Lourdes
Gracias por la visita y tu lectura.
16/1/06 09:08
Isidro,
Coincido con Lourdes en la calidad del post, me han encantado, como siempre, los temas de jazz.
saludos cordiales
josé
18/1/06 21:56
Rayuela fue mi bautismo en el jazz, acompañando al Club de la Serpiente, mientras me dejaba llevar por el compás de las palabras de Cortázar. Ahora adoro este mundo, aunque todavía se me hace extraño y difícil, estoy deseoso de aprender.
Muy bueno el disco de Jazzuela. Y muy bien elegida la música. Has hecho que me emocione...
Un saludo.
18/1/06 22:15
José, seguiremos escuchndo jazz. Tengo que pensar cómo hago la próxima audición.
Santino, gracias por tu atenta lectura. A mí también me emociona que tú te emociones.
Saludos.
18/1/06 23:14
Rayuela es más poesía que relato, y se puede escuchar como el jazz, improvisado, sincopado. Te recomiendo este post de un blog de jazz: genial. http://jazzeseruido.blogspot.com/2007/06/julio-cortzar-y-el-jazz.html
14/9/07 09:38
Rayuela se puede leer más como poesía que como relato porque Cortázar improvisa a ritmo de jazz, sincopado, genial. Te recomiendo este post en un blog de jazz: http://jazzeseruido.blogspot.com/2007/06/julio-cortzar-y-el-jazz.html
14/9/07 09:39
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