Dos días a tope

El último “post” de puente y hoy de finde. Vaya semana, menos mal que ha sido corta. Bueno no me quejo, creo que mi trabajo, a pesar del desgaste personal, tiene sus compensaciones y te reconforta personalmente.
Cuento un poco:
El miércoles llegué a mi casa a eso de las 11,30 de la noche desde las 8 de la mañana que había salido, en medio me comí un “bocata”. Pero fue un día “tope”, o “two macht”. Terminé en el instituto a eso de las 15,30 y velozmente me dirigí al conservatorio a la clase de combo de jazz. Hasta las 17,30 estuve tocando junto a otros compañeros (trompeta, saxo alto, saxo tenor, 2 guitarras, bajo, batería, piano y trombón de varas que soy yo) los ejercicios y las propuestas que nos hacia el “profe”. Es un momento que disfruto mucho y que procuro no faltar, es un respiro en el trajín semanal. Salí de clase, dejé el trombón en casa y me dirigí a Bilbao a toda mecha. Había quedado con 29 alumnos a las 19,45. Teníamos una visita guiada al Palacio Euskalduna y a las 20h. Teníamos el ensayo general de la ópera Lohengrin. A las 23h. salimos, a pesar de que el ensayo duró hasta las 24h. Fuera estaban esperando las familias para llevar a sus hijos a casa. Cené y traté de que la actividad se serenase un poco en mi cabeza para poder ir a dormir.
El jueves fue algo parecido, pero sólo hasta las 21h. La actividad de la mañana, como siempre en el centro, fue lo normal pero de todo: clases, padres, llamadas de teléfono, becas, etc. Conseguí comer sentado y en mi casa. Pero a las 15,15 tenía que estar otra vez en el “Insti” para un cursillo de informática, tres horas. Nada más terminar, reunión de padres del instituto de mi hija, y yo como padre, que aunque sea “profe” y me lo sepa casi todo, tenemos que ir a hablar con el tutor y que nos conozca. Terminó a eso de las 20,45 y llego a casa a recoger unas partituras que tengo que llevarle al nuevo saxo tenor que quiere tocar en la banda (Jazzte Borrazzte Band). Previamente ya había sacado fotocopias, imprimo otra partitura que tenía en el ordenador y me acerco al conservatorio, llego puntual. A las 21,10 estoy en casa y me sereno, qué pronto he terminado hoy.
La mañana del viernes fue muy movida y la tarde, salvo una entrevista a eso de las 17,30, en casa sin hacer nada (relativamente). Sábado y domingo, hoy, pues mejor. Espero haber parado la centrifugadora. Hoy tengo que preparar un par de cosas para mañana: unas partituras para el pianista que viene nuevo al ensayo de mañana y preparar la reunión de nuestros padres que tenemos el lunes y martes.