Acoso escolar
Hoy viernes tenía clase de Informática Opcional con alumnos y alumnas de 2º de ESO y cuando entraban al Aula de Informática se ha suscitado el tema del "bulling", o acoso escolar debido a un suceso ocurrido en el centro. He estado hablando con ellos toda la sesión.
Ellos me hablaban de que hay mucha gente que te "vacila" pero que eso no es acoso, que el "vacile" es algo normal y que hay que "aguantar" un poco eso, tú también tienes que "vacilar". Yo les trataba de argumentar que a todo el mundo no le gustan las bromas, y que algunas veces no sabemos dónde está la medida, no sabemos parar o pedir perdón a un compañero o compañera. Ellos decían que sí pedían perdón cuando se pasaban. Yo les argumentaba que eso no suele ser muy frecuente, que solía ver más veces un corro jalenado alrededor de dos personas que se están pegando, más que intentando separarles. Hemos hablado de los rumeores que se corren que parecen ley, que debemos asegurarnos más de las informaciones. Para terminar hemos probado el viejo juego del rumor o el telegrama.
Con esto me ha venido a la memoria una reunión que hemos tenido de tutores de 2º. Tasio Munarriz, orientador dle centro, elaboró el trabajo que os voy a mencionar a continuación, donde analizamos las actuaciones que deberíamos llevar a cabo en el aula, para favorecer una buena sintonía y un buen ambiente. Son estas:
1. Llamar por el nombre: Desde el primer día de clase aprender los nombres "oficiales" de los alumnos y alumnas. No extrañarnos ni hacer bromas con algunos por difíciles de pronunciar que parezcan. Evitar expresiones del tipo: "A ver, ese de rojo.." Acogemos a todos tengan el nombre que tengan.
También es aconsejable hacer algunas actividades de acogida los primeros días, para que los alumnos se conozcan y aprendan los nombres de todos. No debemos permitir hacer uso de los motes aunque parezcan inofensivos.
2. Las expectativas del profesor: casi sin darnos cuenta expresamos las expectativas que tenemos respecto a los alumnos. Es necesario tomar conciencia de las conductas rutinarias que tenemos, verbales y no verbales. Según algunos estudios, nuestras espectativas negativas respecto a ciertos alumnos en los que no tenemos confianza e interfieren negativamente en el aprendizaje, suelen manifestarse en el aula de la siguiente manera:
- Esperamos menos tiempo a sus respuestas, o enseguida preguntamos a otros. Les preguntamos menos.
- Al responderles, lo hacemos con menos sonrisas, calor y contacto visual. Les criticamos más por su fracaso y no alabamos sus éxitos.
- No somos justos en las calificaicones. Ante la duda optamos por bajarles la puntuación.
- Se les responde de manera más "seca", con menor contenido informativo.
Debemos plantear climas de serenidad, crear espectativas por igual de manera que no provoquen situaciones de desprecio.
3. Las calificaciones: las calificaciones tienen mucho valor para nuestros alumnos. Ellos mismos se clasifican entre quién es capaz de saber y quién no. Los que no saben están acostumbrados a ser tratados como "tontos", tienen poca autoestima, dicen que las notas no les importan, se autoconvencen de lo que se dice "Si ya lo decía yo, que no valgo para estudiar". Las notas suelen ser motivo de conflictos, entre "empollones", o como ahora se dice, entre los "pringuis" y el resto. Se ridiculiza al estudioso, por otros motivos: deportes, fumar, beber, por la ropa, etc. Debemo stener cuidado cómo se dan las notas en los exámenes y trabajos corregidos, ómo se dan los boletines de información a las familias y estar atentos a posibles tratatmientos de desprestigio por este motivo.
4. Refuerzo positivo para todos: premiar, recompensar, reforzar las buenas conductas y respuestas, la puntualidad, la asistencia, etc de todos. Todos los alumnos y alumnas son capaces de desarrollar conductas positivas, sólo hay que estar atentos.
5. Aceptación: No poner nunca en evidencia en público a ningún alumno, incluso al que nos estropea la clase todos los días. Es mejor tratar los temas aparte, y decirle lo que no nos ha gustado. El alumno o laumna debe saber que le aceptamos como persona, pero debe saber también que no estamos de acuerdo con alguno de sus actos. Debemos evitar calificativos peyorativos (despistado, irresponsable, sucio, ...) y adverbios absolutos (siempre llagas tarde, nunca haces los deberes,...). Es mejor expresar el desacuerdo sobre hechos concretos: te has despitado, no has hecho esto, es la tercera vez que llegas tarde,..
6. Cuidado con el provocador: no debemos caer en la trampa de discutir con un alumno en público sobre su comportamiento. Si otros le apoyan por miedo o amistad tratará de provocar más veces esta situación, "se hará el valiente".
7. Prevenir más que corregir: cuando un alumno está despistado y no sigue la clase, no hay que ridiculizarle sino intentar hacerle ver que tiene que estar atento. Nosotros tenemos trucos: preguntarle sobre lo último que hemos dicho, o hacerle leer un párrafo del libro o pedirle que explique el ejercicio que ese está haciendo en ese momento. Deben de tener claro qué eslo que les pedimos que hagan, exigirles que si no entienden vuelvan a preguntar al profesor. Deben saber que no les vamos a permitir que se despisten.
8. Aprovechar el error: cuando alguien se equivoca debemos aprovechar y sacar partido de su equívoco. Pueder ser que no haya entendido bien la pregunta. Un error inicial puede llevar a un error final. Nadie es tonto por naturaleza. No tenemos que dar la sensación de que ese alumno no va a acertar nunca y que el resto lo vea poco inteligente. Algunos alumnos, por llamar la atención, provocan errores intencionados. Hay que resolver estas llamadas de atención de manera que vean que no provoca nuestro enfado y hacerles ver que su sistema no funciona.
9. Predicar con el ejemplo: Si llegamos tarde o tenemos que salir del aula por cualquier causa, debemos explicar la situación o pedir disculpas. Importa mucho que los alumnos vean que les damos explicaciones cpomo nosotros se las pedimos a ellos.
10. El respeto es anterior a la amistad: Todos no pueden ser amigos, ni nosotros queremos a todos por igual. Sin embargo, sí están obligados a respetarse unos a otros, como nosotros les respetamos. hay que evitar la formación de bandos. Se debe distinguir también entre la respuesta graciosa y el reírse de un compañero. Un alumno o alumna tímida tendrá problemas para expresarse si se ríen de ella.
11. Compañerismo:Debemos estar atentos ante los alumnos retraídos, con aquellos que les cuesta relacionarse con los demás. Hablar con ellos, averiguar qué les pasa, no ponerles en evidencia, animar a los compañeros o compañeras más acogedores que se acerquen a él o ella. Los alumnos deben entender que el compañerismo está al servicio de los más débiles.
12. Respeto alas cosas de los compañeros y al aula: el respeto debe extenderse a las cosas de los compañeros: no ormperlas, no curiosear en la mochila, respetar los cuadernos, no manchar la mesa, etc. Debemos extenderlo al aula donde deben estar a gusto y cuidarla.
He visto en Internet este eslogan:¿Te acosan en el cole? Dilo en voz alta, ¡no te cortes!
Para eso es necesario que estén convencidos de que pueden hacerlo, de que existen canales para decirlo, a poder ser más de uno. No estaría mal hacer pruebas de ello y tenerlos entrenados. No estaría bien enterarse muy tarde.
1 Commentarios:
Se ve que eres una buena persona. Ojala hubiera dado con profesores como usted en mi etapa escolar.
6/7/06 15:17
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